Un cuento de Flaubert

Del libro "Tres Cuentos", de Gustave Flaubert (Bruguera, 1980, traducción de Consuelo Berges), los tres sobre santos, los tres notables, es "Un alma de Dios" el que está más cerca de la experiencia humana del bien, la piedad y el sacrificio por los demás.

Vida descarnada

Felicidad, la protagonista, es huérfana. Siendo muy joven su novio la abandona para casarse con una mujer rica. Después empieza a servir a madame Aubain, en Pont-l´Eveque, lugar del que casi no sale durante toda su vida, y donde lleva una existencia inmutable; apenas la distraen sucesos efímeros, acordes a una simpleza al borde de la necedad.

Esta al cuidado de Pablo y Virginia, los hijos de madame. Los ama, los entretiene, y acata la orden de no besarlos, pues el exterior bondadoso de su patrona, está contaminado por su sentido de superioridad, menosprecio, preocupación por las apariencias, y fastidio por las debilidades que no le son propias.

Con los años los niños se van a estudiar. Felicidad siente su partida. Su sobrino, de nombre Víctor, viene a cumplir su necesidad de amor y altruismo. Pero Víctor también se marcha; a los pocos meses de su partida le notifican que murió. Luego fallece Virginia de tuberculosis.

A su golpeada vida llega un loro simpático y entrañable, que le demuestra un cariño que las personas siempre le han negado; Felicidad lo adora, pues para ella el amor es el mismo, sin importar a quien se lo profese.

La Burguesía

Los vecinos de Pont -l'Eveque, aparte de celebrar sus virtudes de sirvienta, le adosan una ventaja más que para ellos no es nada menor: lo barato de sus servicios.

De este modo, el contraste implacable de la vida de la criada y la moral social, permiten a Flaubert criticar a esa Burguesía a la que conoce en la misma proporción en que desprecia. Y la conoce mucho, pues pertenecía a ella, por lo tanto la disecciona minucioso, sabe que es mezquina, hipócrita, insensible.

Después de todo, la vapuleada vida de Felicidad está marcada desde un principio por el egoísmo de su entorno, tan opuesto a la integridad con que ella asume sus adversidades, si bien desde un sometimiento elemental, ya que es poco despierta para muchas cosas, además de analfabeta, pero tiene un coraje que le ayuda a sobreponerse a las desgracias con la simple ayuda de la fe y su impulso de amor.